Día Internacional de las Personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA)

Decía Antoine de Saint-Exupéry en la voz del Principito que “Solo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos” y eso mismo es lo que ha intentado nuestro equipazo de profesionales del aula TEAtrapoEmociones con la actividad diseñada para la concienciación por parte de nuestro alumnado de las características de las personas que tienen trastorno del espectro autista (TEA).

Para ello, todos los cursos hemos trabajado previamente con los diferentes materiales que nos propusieron: cuentos, vídeos, artículos… para poder llegar a acercarnos, comprender y plasmar en unas gafas de color azul, cómo vemos y entendemos a las personas con TEA.

Las gafas de cada clase fueron luego colocadas en un gran mural, lleno de color azul, con forma de iceberg que representaba ese concepto de la invisibilidad de muchas características de las personas con espectro autista frente a aquellas conductas más evidentes que nos pueden llevar a tener un juicio erróneo sobre ellas y ellos.

Creemos que a partir de esta actividad nuestro alumnado ha dado un paso más en su concienciación acerca de todo ese mundo que se esconde tras una persona con TEA, de la parte oculta del iceberg.

¡Por un mundo más inclusivo, por un mundo más justo, por un mundo mejor, celebremos hoy de azul el Día Mundial del Autismo!



Los trastornos del espectro autista pueden provocar cambios en las personas en las conductas sociales, comunicacionales y conductuales significativos. A menudo, no hay indicios en el aspecto de las personas con TEA que los diferencien de otras personas, pero es posible que quienes tienen un TEA se comuniquen, interactúen, se comporten y aprendan de maneras distintas a otras personas. Las destrezas de aprendizaje, pensamiento y resolución de problemas de las personas con TEA pueden variar; hay desde personas con muy altos niveles de capacidad (dotadas, o gifted en inglés) y personas que tienen muchas dificultades. Algunas necesitan mucha ayuda en la vida diaria, mientras que otras necesitan menos.

Es posible que repitan determinados comportamientos o que no quieran cambios en sus actividades diarias. Muchas personas con TEA también tienen distintas maneras de aprender, prestar atención o reaccionar ante las cosas. Algunos de los signos comienzan durante la niñez temprana y, por lo general, duran toda la vida.

Las personas con TEA podrían presentar las siguientes características:

  • No señalar los objetos para demostrar su interés (por ejemplo, no señalar un avión que pasa volando).
  • No mirar los objetos cuando otra persona los señala.
  • Tener dificultad para relacionarse con los demás o no manifestar ningún interés por otras personas.
  • Evitar el contacto visual y querer estar solos.
  • Tener dificultades para comprender los sentimientos de otras personas y para hablar de sus propios sentimientos.
  • Preferir que no se los abrace, o abrazar a otras personas solo cuando ellos quieren.
  • Parecer no estar conscientes cuando otras personas les hablan pero responder a otros sonidos.
  • Estar muy interesados en las personas pero no saber cómo hablar, jugar ni relacionarse con ellas.
  • Repetir o imitar palabras o frases que se les dicen, o bien, repetir palabras o frases en lugar del lenguaje normal.
  • Tener dificultades para expresar sus necesidades con palabras o movimientos habituales.
  • No jugar juegos de simulación (por ejemplo, no jugar a “darle de comer” a un muñeco).
  • Repetir acciones una y otra vez.
  • Tener dificultades para adaptarse cuando hay un cambio en la rutina.
  • Tener reacciones poco habituales al olor, el gusto, el aspecto, el tacto o el sonido de las cosas.