Maurizio Pollini, pianista italiano, afirma que «al público hay que darle aquello que no espera, eso que no están acostumbrados a escuchar».
Estas sintonías musicales tienen esa función: que nuestro alumnado pueda acercarse a esas músicas que «habitualmente» no escuchan.
Además, dentro de nuestro Plan de Ecoescuela, nuestras sintonías musicales buscan eliminar la «contaminación acústica» que generan las «típicas sirenas», la molestia que genera el ruido de las mismas a parte de nuestro alumnado y borrar también, esa imagen de escuela=fábrica contra la que tanto se ha encargado de luchar el gran pedadogo y «niñólogo», Francesco Tonucci.